MISIÓN
ATACAMA
N° 30 – Miércoles 24 de Octubre de 2018
Editado por la Comunidad Atacama SS.CC. – Diego de Almagro
Sacerdote, Profeta y Rey
Bautizo de Schneider
Cuando Enrique Moreno falleció, dejó algo pendiente: el bautizo de Schneider, hijo de Meliane, inmigrante haitiana que él acompañó para todos lados como su traductor. De hecho, se había comprometido a ser elpadrino de la guagua.
Después de la muerte de Enrique dejamos pasar un tiempo, esperando a que Meliane pudiera comunicarse mejor para hacer una buena preparación. Así también, como la mayoría de los haitianos que llegan a Chile son de otras iglesias, no queríamos que se sintiera presionada a bautizar a su hijo en la Iglesia Católica. Y de cuando en cuando ella nos preguntaba por el bautismo, hasta que un día, con tono enérgico -y en un español rudimentario- nos dijo: “¡7 meses…espero 7 meses…bautizo!”
Así fue como el sábado 22 de septiembre celebramos el esperado bautizo. Schneider estaba muy elegantemente vestido y prestaba atención a cada palabra que el sacerdote pronunciaba. La madrina fue Patricia López, que fue quien primero conoció a Meliane, pues trabaja en el departamento de extranjería de la Gobernación… una verdadera “ángel de la guarda” de los inmigrantes; y el padrino fue Frantz Ly Louis, el primer inmigrante haitiano que llegó a Diego de Almagro.
En el momento de derramar agua sobre su cabeza, Javier pronunció las palabras del rito en creole. Especialmente significativas resonaron las palabras de la unción con el crisma: “El Señor te consagra sacerdote, profeta y rey hasta la vida eterna”. ¡Qué enorme desafío para nuestra comunidad! ¡Qué tremendo desafío para nuestro país!: que eso que celebramos en el bautismo se manifieste ahora en la vida de Schneider. Que este niño inmigrante, sea tratado por todos y en todo lugar como aquello que es: sacerdote, profeta y rey. Qué buena noticia para Schneider y para su madre y para todos los pobres de la tierra.
Después del bautismo compartimos una rica once con torta, queques, galletas y roscas que lacomunidad le había preparado con mucho cariño.
Ese día del bautismo todos nos acordamos deEnrique Moreno. ¡Cuánto le hubiese gustado estar ahí! Acompañando a ese niño que él ayudó a cuidar desde que estaba en el vientre materno. Y lo imaginamos presente, celebrando con nosotros esta fiesta.
VISITA JÓVENES COLEGIO VIÑA
El día Domingo 09 de Septiembre llegaron un grupo de unos 20 jóvenes del Colegio Viña del Mar a Diego de Almagro. Venían viajando desde más al norte ya que estaban en su gira de estudios. Ya habíamos planificado este viaje con el profesor Sebastián y el aporte depañales y alimentos no perecibles para la ayuda fraterna de la parroquia Espíritu Santo. Sin duda que las campañas tienen otro sabor cuando se conoce el rostro y los nombres a quien se ayuda. Los Jóvenes se reunieron con las encargadas de la Pastoral Social y luego se dirigieron a conocer la casa de la comunidad Atacama de los Sagrados Corazones que queda ubicada en la Villa Emergencia.
Allí Javier los recibió en la casa de la comunidad religiosa, les contó el origen de la comunidad y el por qué se decidió vivir en la villa. Luego se realizó una breve oración para agradecer la visita y entregar las cartas que los papás y mamás habían escrito para sus hijos. Mejor lugar y ocasión para realizar este intercambio no había.
Agradecemos el esfuerzo que hicieron los alumnos y profesores para llegar a estos rincones donde está presente la congregación.
Ataque al p. Juan Barraza
En la madrugada del sábado 29 de septiembre el p. Juan Barraza, párroco de la Parroquia San Vicente de Paul de Caldera, sufrió un grave ataque. Un hombre de alrededor de 30 años echó abajo la reja y la puerta de entrada de la casa parroquial, armado con un palo. Al encontrar al P. Juan lo atacó violentamente, mientras le gritaba aludiendo a los curas pedófilos y que, lo que hacía era en nombre de las víctimas de abuso. Al parecer el atacante estaba bajo la influencia del alcohol y las drogas. Poco a poco y en medio de los golpes, el P. Juan logró llegar hasta la calle y pedir auxilio. En algunos minutos pudo ser socorrido por algunos funcionarios de Seguridad Ciudadana. El ataque duró en torno a media hora.
El P. Juan quedó con contusiones múltiples por los golpes, sobre todo, en su brazo izquierdo por tratar de bloquear un golpe en la cabeza. Después de este ataque ha quedado muy afectado anímica y emocionalmente, pues tomó conciencia de que el atacante quería matarlo.
Después de unos días de recuperación en Copiapó, regresó a Caldera el sábado 13 de octubre para retomar sus funciones y acompañar el proceso judicial iniciado, luego de que presentara la demanda en fiscalía. El agresorespera el proceso en libertad.
En una declaración pública del 2 de octubre la comunidad parroquial expresó: “De nuestro párroco podemos decir que estamos agradecidos de su caminar junto a nuestra comunidad. Podemos dar fe que la vida pastoral del P. Juan Barraza ha sido siempre coherente con los valores del Evangelio. En Santiago, Vallenar y Caldera se ha caracterizado por la defensa de los derechos humanos, no con palabras vacías, sino con hechos concretos. En este sentido ha sabido denunciar, luchar y acompañar a las víctimas. El servicio que ha desarrollado todo este tiempo como pastor siempre ha estado marcado con una opinión clara y crítica frente a todos los vicios y/o problemas que nos trae el sistema social que impera hoy en el mundo”.
BREVES
Jornada de asistencia a los inmigrantes
Varias fundaciones organizadas bajo el nombre “Enrédate por Atacama”realizaron el sábado 6 de octubre un operativo de ayuda a los inmigrantes, destinado a facilitar los trámites para obtener papeles desde sus respectivos países. Esta actividad estaba destinada sobre todo a colombianos, peruanos y dominicanos, pero estaba abierta a todos los inmigrantes que quisieran obtener alguna información. Se podían obtener los siguientes certificados: papel de antecedentes penales, certificados de nacimiento, matrimonio, de estudios. También se ofreció apoyo con información sobre postulación o repostulación de visas, así como requisitos para la postulación a subsidios habitacionales.
Fue hermoso ver nuestra parroquia llena de inmigrantes procedentes de toda América Latina (unos 50), agradecidos por ver que hay personas e instituciones que, de verdad, quieren acogerlos y apoyarlos.
El sábado 20 de octubre, en la mañana, se realizó la asamblea de consejos parroquiales y consejos económicos del Valle Norte (Chañaral, El Salado, Diego de Almagro y El Salvador), para seguir reflexionando en torno al desafío que le ha planteado el Papa Francisco a la Iglesia chilena: Ser una Iglesia sinodal profética y esperanzadora.
Esta era la segunda vez que nos reuníamos para reflexionar sobre la carta del a Papa “Al Pueblo de Dios que peregrina en Chile”. En la primera Asamblea del 28 de julio, se vivió una verdadera catarsis en que se pudo expresar con libertad lo que nos ha pasado con la crisis de los abusos en la Iglesia. El objetivo de esta segunda asamblea fue comenzar a pensar qué debemos hacer en los diversos ámbitos de la vida parroquial para crear ambientes sanos y seguros para nuestros jóvenes y niños.
En total participaron alrededor de 40 personas. Muy bien evaluado fue el almuerzo: por lo rico, por lo bello de la presentación y lo cordial de la atención. Agradecemos especialmente al baile Caporales que preparó todo con cariño y esmero.
El domingo 21 de Octubre se realizó un encuentro de los niños, niñas, papás y mamás de los grupos de catequesis de Inca de Oro y Diego de Almagro. Nos visitaron en torno a 30 personas de Inca de Oro.
Luego de una colación de bienvenida nos juntamos para jugar y, después, se les invitó a participar en tres talleres de formación: uno sobre Biblia, otro sobre canto litúrgico y el tercero sobre espacio y elementos litúrgicos.
A las 12 del día nos reunimos para la celebración de la eucaristía. Especialmente significativa fue la presentación de los dones, en que los niños y niñas de Inca de Oro llevaron al altar piedras extraídas por los pirquineros. Inca de Oro es reconocido como un pueblo esencialmente minero. Al final de la celebración, los niños y niñas que nos visitaron recibieron sendos regalos preparados por las catequistas de Diego de Almagro.
Finalmente, todos nos fuimos a un almuerzo campestre a la Quinta de los Chañares. Fue un hermoso día de encuentro, formación y recreación, que nos ayudó a estrechar lazos con la comunidad de Inca de oro. Los niños y niñas regresaron muy cansados y muy felices.
ROSTROS
Yordanka Morales
Me llamo Yordanka Liliana Morales Rojas, casada con Milton Moraleda Collao. Tengo tres hijas y un nieto: María José -la mayor- y su hijo Kevin, y las mellizas María Paz y María Esperanza.
Nací en Chañaral, pero mis papás eran de Diego de Almagro, Pueblo Hundido en ese entonces. Ellos cuidaban una cancha de fútbol, donde ahora hay unos edificios. Viví en la cancha hasta los ocho años. Fue una infancia bonita. Nos juntábamos para las navidades, los años nuevos. La cancha era el lugar donde llegaban todos los espectáculos: circos, carruseles. Había partidos todos los fines de semana, venían a jugar de Mina Carmen, Salvador, Llanta. Mi papá tenía negocio en la cancha, así es que toda la familia ayudaba. Yo era chiquitita en ese tiempo. Se vendía de todo.
Mi papá era funcionario municipal, secretario del alcalde Varguita [se refiere aFlorencio Vargas Díaz, primer alcalde de la comuna, militante del partido Socialista. Había asumido en junio de 1972. Lo encontraron muerto el 24 de octubre de 1973 en la comisaría de Diego de Almagro. Se dijo que se había suicidado, versión que a estas alturas nadie cree]. Mi papá fue exonerado político. Era militante del Partido Comunista.
En mi familia éramos nueve hermanos: Milko Iuliano, Milko California, Milko Ramón, Fertilio, Yerka, Yanko, Yurko, Ilonka y Yordanka. Actualmente quedamos cinco. Yo soy la menor de todos. Yo salí un poco más revolucionaria. Mi papá me enseñó los colores de los partidos, cuáles eran de derecha y cuáles eran de izquierda. Él era medio gitano -hablaba romané mejor que los mismos gitanos-, pues se crio con ellos porque no tenía papá. Se pasaba todo el día con los gitanos desde que era niño. Es que mi papá era muy inteligente, muy habiloso, autodidacta, a pesar de que nunca fue a la escuela. Nosotros celebrábamos las navidades y los años nuevos con los gitanos.Éramos como parte de su familia. A veces los gitanos llegaban a nuestra casa. ¡Familias completas llegaban a mi casa!
Mi casa era como el Hogar de Cristo, porque es de una esquina ala otra, entonces teníamos muchas piezas. Mi papá era muy humanitario. Si pasaba una persona por fuera buscando trabajo él lo entraba no más. Acogía a la gente sin conocerla. Nosotros tuvimos que acostumbrarnos a esa vida. Él era amigo de todos. Llevaba niñitos también. Como trabajó en la Municipalidad, sabía cuándo a una familia le iban a quitar la tuición de su hijo y se ofrecía para cuidarlos. Debe haber criado unos 15 niñitos. A algunos los tuvimos por varios años. Las mamás los visitaban en nuestra casa, los venían a buscar para sacarlos a pasear. Mi papá tenía como una tutoría legal. ¡Nuestra casa estabasiempre llena de gente!
Mi mamá era re tranquila, no se metía en nada, muy calladita. Era cercana, cariñosa, muy humilde. Se crio sin papá y sin mamá. El papá era camionero y la andaba trayendo siempre en el camión junto con su hermana Selma. Ella se quedó con mi abuelita a los 14 años. Mi mamá no tuvo estudios y mi papá tampoco. Nunca fueron a la escuela, pero sabían leer y escribir; mi papá sabía mucho, mucho, mucho.
Después del golpe acusaron a mi papá de tener armas en la casa. Cuando lo vinieron a buscar yo tenía 16 años. Decían que tenía armamento en los techos, así es que se metieron, nos encerraron a todos en una pieza, apuntándonoscon sus metralletas. Al frente nuestro vivía un carabinero, cuya esposa era muy amiga de la familia. Él vio cuando lo sacaron y se lo llevaron para la salida de Diego por el camino que va a Salvador, así es que le avisó a mi mamá: “Se lo llevaron para arriba, lo vi partir para arriba”. Mi mamá salió con mi hermano mayor y se fueron a buscarlo. Lo encontraron enterrado hasta el cuello, y estaba orinado y defecado (los soldados habían escupido, orinado y defecado en su cabeza). Él quedó con trauma, quedó enfermo.Después de eso puso protección en toda la casa y no salía a la calle. Mi mamá lo sacaba a veces, pero él cerraba todo, todo. Él falleció hace 17 años.
Cuando María José, mi hija mayor, comenzó la preparación para la primera comunión. Empezamos como matrimonio con la tía Agustina. Todas veníamos a la catequesis con los maridos. Fue un curso completo que se vino a la catequesis. Mi marido no se sabía ni persignar, ni el padrenuestro, nada. Fue un vínculo bonito con toda la comunidad. Me gustó mucho esa experiencia y comencé a tomarle un sentido muy especial a lo religioso. Después que falleció mi papá nosotros nos entregamos más a la Iglesia. Cuando murió mi mamá, la tía Agustina fue como la mamá que nos tomó a todos los hermanos. Ella es mi madrina también. Había un apego muy especial con ella.
Después nos fuimos a Copiapó. Ahí me pidieron que hiciera catequesis en la capilla Nuestra Señora de la Esperanza. Después trabajamos con los prejuveniles y, después, con mi marido preparamos a los matrimonios. Allá también nos casamos. La Iglesia nos preparó todo: la cena, todo. Nosotros no pagamos nada. Participábamos harto. El día del Niño lo celebrábamos siempre. En una de esas celebraciones yo me tenía que disfrazar y mi marido me dice que me iba a mandar un traje de oso y me dice: “Pero tienes que irte de la casa a la Iglesia disfrazada”. Yo le dije: “No, no quiero”. Él me insiste: “¿Eres capaz?” “Sí -le dije-, si es el día del niño y todos andan disfrazados”. Cuando llegué a la Iglesia disfrazada ya había empezado la misa. El padre -Juan Luis Cortés- me ve y se llega a doblar riéndose. Dijo: “Voy a parar la misa”, la gente no entendía nada. “Miren para atrás”, les dice. Y todos me miran y se matan de la risa. Yo decía para mí: “El Milton me hizo pasar vergüenza”. Pero fue tan bonito. Parece que me veía muy chistosa.
Cuando regresé a Diego vine a ofrecer mis servicios a la parroquia. Primero me dijeron que no había cupo. Yo dije, no importa, voy a esperar. En una misa nombraron todas las pastorales y me di cuenta de que no estaba el grupo de“Amiguitos de Jesús”, los chiquititos. Me acerqué al padre y le dije: “¿Puedo organizar el grupo amiguitos de Jesús?” Me dijo que sí. El primer día tuve como 36 niñitos. Estábamos en la misa con ellos hasta las lecturas. Después los sacaba y les hacía lo mismo que les hacía el padre, pero en el salón. A mí me gusta ser didáctica: les traía juego, les enseñaba las cosas de otra manera. Estuve como un año con ese grupo. Después ya tuve oportunidad de entrar a la catequesis.
Soy manipuladora de alimentos en la Escuela Aliro Lamas. La experiencia ha sido muy bonita. Es algo que me reconforta mucho. Nosotros somos comomamás de los niños. Sabemos quién llegó triste, a quién le pasó algo, quién está enfermo. Todos llegan a la cocina: le ponemos hielo al que llega con un chichón, una pastillita para el que está enfermo. A veces nos van a pedir un lápiz, porque se les olvidó. Tenemos un estuche con lápices, tijeras, todo. El ambiente que tenemos es muy bueno. Somos como una familia, ¡si pasamos juntos desde las ocho de la mañana hasta las cinco y media de la tarde! Es algo muy hermoso. Nunca quedamos tan cansadas. ¡Nos reímos todo el día!Conversamos sobre nuestra vida. Somos muy preocupadas unas de otras.
Yo estudié un año de sicología en la Universidad del Mar en Copiapó. Ahí me enamoré, así es que no pude seguir. Después, cuando tenía a la María José, me puse a estudiar Educación de Párvulos en Copiapó y, justo, quedé esperando a las mellizas. Así es que no pude seguir estudiando. Mi esposo eschofer de camiones. Actualmente trabaja en la mina “Romerito”, cerca de Inca de Oro.
Nuestros hijos e hijas comenzaron juntos la catequesis de preparación a la confirmación, con la tía Claudia. Empezamos a juntarnos y a hacer actividades. Nos hicimos bien amigas. Nosotros nos preguntábamos qué íbamos a hacerdespués de que nuestros hijos se confirmaran. Y ahí se nos ocurrió hacer una comunidad, pero al servicio de la gente.
El padre Enrique nos visitaba, conversábamos de la vida, de todo con él. A una de nosotras se le ocurrió que nos llamáramos “Comunidad Enrique Moreno”, en recuerdo de él. Era una persona muy especial. El libro que escribió (Mis días en el estadio) lo leí en una noche, lloré mucho en algunas partes. Era muy humanitario, muy sabio. Tenía el don de llegar a la gente.
No, siempre me ha gustado el Partido Comunista, pero lo miro de lejos, porque veo que el comunismo es populismo, porque da la impresión de que algunos se allegan a la política para ganar plata. Es re poca la gente que pertenece a un partido y, de verdad, quieren ayudar al prójimo. Todo es para ellos. Pero el comunismo me gusta.
El Llajtaymanta lo formamos cuando nos salimos con las mellizas del taller folclórico “Beatriz Cabrera” al que pertenecíamos antes; éramos unas 40 personas. No teníamos nada. Empezamos a trabajar y logramos confeccionar tres trajes en un mes, de puros generitos no más. Hacíamos hartas actividades. Nos empezaron a invitar de todos lados. Los niños no paraban, tenían dos presentaciones por semana. Varios de esos niños ya están en la Universidad. Ya al segundo año pasé a formar parte de la directiva. Ya llevo como once años en ella.
Y ¿qué ha significado el grupo para sus hijas y para ti?
Todo… en serio, a mí me gusta mucho el folclor. Es una manera de formar a los niños. Nosotros somos sicólogos, somos todo para los niños. Nos toca acompañar situaciones muy difíciles a veces. El taller es como mi segunda casa. Si alguien está mal, sin trabajo, al tiro nos hacemos presentes para apoyarlo. Lo mismo pasa en la escuela. Cuando a alguien le falta algo yo le digo: “Mañana se lo traigo”. Y empiezo a pensar “¿a quién puedo pedirle?”. Conseguimos de todo, sin tener un peso.
Muchas personas se cansan de las organizaciones, de trabajar con gente. ¿Cómo enfrenta esa parte más conflictiva del trabajo con otras personas?
Tengo mucha tolerancia. Aunque no esté de acuerdo, concedo. Pero después converso con la persona y le digo: “Tú estás mal, pero no te quise decir delante de todos”. Pero me quieren igual. También le digo a los niños lo que me parece mal. A veces en el taller nos damos cuenta de muchas cosas que las mamás no saben. A veces me enojo, pero luego me siento culpable. Si tengo que pedir perdón, lo hago.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario