viernes, 31 de mayo de 2019

MISION ATACAMA
Nº 5 – 15 de mayo de 2017
Editado por Comunidad Atacama SSCC – Diego de Almagro
Aparece cada 15 días. Próxima edición: 30 de mayo de 2017


Escribimos esta edición, conmovidos todavía por el impacto sufrido por nuestro pueblo en la madrugada del 13 de mayo. En poco más de dos años, Diego de Almagro, junto a otros pueblos y ciudades de Atacama, vuelve a sufrir la fuerza de la naturaleza; facilitada, en parte, por la negligencia humana, que no supo o no pudo prevenir lo que finalmente ocurrió. Compartimos con ustedes relatos e imágenes.

Diego vulnerable



Se hace de noche el 12 de mayo en Diego de Almagro. El cielo se ha puesto muy oscuro. Las nubes son densas, “de mal color”, dice un vecino. Algunas gotas presagian algo mayor. En la cordillera ha nevado mucho, “pero ahora va llover aquí”, agrega el mismo vecino. A las20:00 comienza a llover suavemente, y cada vez más fuerte. La gente empieza a prepararse, cerrando bien las casas, poniendo tablas, amontonando sacos con arena en la base de las puertas, protegiendo los enseres valiosos en un lugar más alto. Algunos prefieren pasar la noche en casas de familiares o de amigos que viven en sitios más seguros. “Mire que, si se viene de nuevo el río…” Hay preocupación en miradas inquietas, llenas de silencio.

Vino entonces lo peor…

En la madrugada del día 13, a las 3:05 de la mañana, somos despertados por la alarma insistente de la sirena de bomberos. Hayorden estricta de evacuar inmediatamente la llamada “zona roja”, aquella situada en las inmediaciones del cauce del río Salado. El río ya viene con mucha agua y mucha fuerza. La evacuación es rápida, oportuna, obediente. Algo se había aprendido hace dos años. En nuestra comunidad, nos levantamos de inmediato y nos dirigimos al albergue ya instalado, como en 2015, en la escuela Aliro Lamas. Seguía lloviendo, intermitentemente. La lluvia continuó hasta las 9 de la mañana, sin detenerse. Como a las 10:30, se aclaró el cielo y apareció el sol. Entonces pudimos dimensionar todo lo que había ocurrido.

Recorriendo la ciudad

El nuevo desastre estaba a la vista. La ciudad entera estaba cubierta de barro. Si, en esas horas, alguien hubiese llegado a ella, sin conocerla antes, habría creído que nuestras calles centrales todavía eran de tierra. El barro escondía totalmente su pavimento.

En la tarde del 12, Gabriel había viajado a Inca de Oro. Quiso regresar en la noche, pero no pudo. Era imposible cruzar. Pero lo consiguió en la mañana del 13. Nos pusimos entonces a recorrer la ciudad de este a oeste, de norte a sur. Era necesario saber exactamente qué nos estaba pasando, pero, sobre todo, estar con la gente. El río hizo su tarea, pasando a llevar las casas que se habían mantenido al borde de su cauce, e incluso reconstruidas allí mismo.

Pero comprobamos además que se habían registradosituaciones que no ocurrieron en 2015. Dado que esta vez no solo llovió en la cordillera sino también en el valle y en la costa,diversas quebradas se desbordaron por el norte y por el sur de Diego. Por el norte, fueron afectadas las tomas de terreno existentes en el sector alto de la ciudad; por el sur, fue afectada la villa de emergencia, que había surgido después de 2015, en un “lugar seguro”, lejos del río.


Diego vulnerable

Diego volvía a mostrarse vulnerable. Hubo gente que por segunda vez perdió todo. Otros, que no fueron dañados en 2015, lo fueron este 13 de mayo. Durante el reciente fin de semana, toda la ciudad estuvo muy activa. Por las calles, los vecinos con sus palas sacando agua, sacando barro, limpiando casas. En el albergue, preocupación mayor por ancianos y niños. En las oficinas municipales, tensas reuniones para ver modo de paliar las emergencias y organizar una situación de por sí caótica. Desde la radio, informando en detalle, escuchando a la gente, dando ánimos. En nuestra parroquia, todos empeñados en organizar la ayuda y hacerla efectiva, en la medida de nuestras fuerzas. Además, estar con la gente, acompañar, escuchar, abrazar, contener.


Las eucaristías de ayer domingo fueron un remanso para estar juntos y reavivar la confianza en un Dios Padre que no nos deja, y que nos anima en Jesús a ser hermanos y hermanas entre todos.


Tenemos sitio

Después de mucho batallar en estos dos meses y medio que llevamos en Diego de Almagro, al fin hemos conseguido algo muy anhelado: un sitio en la villa de emergencia, para establecer allí nuestra vivienda como comunidad Atacama SSCC.


Pero, ¿qué es la llamada villa de emergencia?

Es un “barrio de transición”, según la terminología oficial, que surgió inmediatamente después del aluvión que azotara a la ciudad durante los días 24 y 25 de marzo de 2015. Dadas las muchas familias damnificadas que perdieron sus casas, la gobernación provincial de Chañaral, en conjunto con la municipalidad de Diego, decidieron ocupar “un terreno plano y seguro” para instalar allí viviendas de emergencia.

Dicho terreno, situado hacia el suroeste del centro de la ciudad, y perteneciente a SERVIU, estaba destinado por esta misma entidad para realizar un plan de extensión de nuevas viviendas. Pero las circunstancias del desastre hicieron cambiar bruscamente los planes; al menos, por el momento.

Un camino largo, pero exitoso

El camino para lograr finalmente un sitio en dicha villa no fue fácil. En primer lugar, nosotros no éramos propiamente víctimas del aluvión. Enseguida, no
constituíamos una familia convencional. Y, finalmente, se nos decía que por ser dicho barrio “de transición”, no era lógico instalarse allí. Pero fuimos insistentes, quizá porfiados, y seguimos golpeando puertas, hasta que una de ellas se nos abrió.

La oficina de la gobernación en Diego, decidió asignarnos un sitio en laManzana 13, Casa 12, para instalarnos con una vivienda. El contrato de asignación indica que esto se hace “por razones sociales”; es decir, porque se entiende que nuestra presencia en la villa contribuirá a fortalecer en ella los valores de “buena vecindad y mutua solidaridad”.

El sitio lo hemos recibido vacío. Antes vivió en él una familia que, al encontrar otra casa fuera de la villa, lo dejó llevándose la pequeña vivienda de emergencia que había recibido. El lugar tiene una dimensión de 10 metros de frente y 18 de fondo. Tiene instalación de agua que se conecta con grandes tambores que diariamente son llenados por camiones aljibes. Será posible conectarse a una red de alcantarillado. Podremos también conseguir un empalme eléctrico.

El viernes pasado, ochos horas antes de que comenzara a llover, la oficina de la gobernación nos facilitó unos paneles y otros materiales que alcanzamos a trasladar a nuestro sitio. Esto nos permitirá levantar una vivienda en las próximas semanas. Nos han preguntado si, después del reciente desastre climático, insistimos en irnos a la villa de emergencia. Nuestra respuesta unánime ha sido contundente. Sí, de todas maneras. Ahora, más que nunca.



Un poco más
de historia


Decíamos en nuestra edición anterior que “el verdadero asentamiento humano que constituyó las raíces de Pueblo Hundido, actual Diego de Almagro, surgió a partir de laprolongación del ferrocarrilde Chañaral, desde este puerto hacia el interior”. Ya entrado el siglo XX, otras conexiones se fueron agregando a Pueblo Hundido. Vino primero la conexión con el tren Longitudinal Norte, el “longino”, que venía construyéndose desde la estación Pintados, a 30 kilómetros al sureste de Iquique. Vino enseguida la construcción del ferrocarril de Potrerillos, desde el oeste. Y finalmente, la sección del Longitudinal Norte sección Pueblo Hundido-La Calera, hacia el sur. La intersección de estas cuatro vías de ferrocarril vino a fortalecer el carácter de “epicentro ferroviario” de Pueblo Hundido.


Esta condición permitió que en la futura ciudad de Diego de Almagro se generara una intensa actividad de orden económico. Comenzaron a surgir comerciantes, tanto establecidos como ambulantes; servicios de cocinería y hotelería, como residenciales y pensiones; y otros servicios menores como portaequipajes y cuidadores de maletas. Surgieron también los robos y la prostitución, señala el sociólogo dieguino Marco Parada.

Agrega textualmente Parada: “La llegada del tren se había transformado en toda una institución. Violaba la rutina, acaparando gran parte de la atención de los pueblohundianos. En la estación, las personas se juntaban a esperar a los que llegaban, a escudriñar a los que pasaban y a despedir a los que partían”.

Entretanto, en marzo de 1918, Pueblo Hundido había sufrido el desborde del río Salado, cuando bajó por su quebrada inundándolo todo. Una gran cantidad de piedras y ripios fue arrastrada por las aguas destruyendo parte de los arreglos hechos para el ferrocarril. Y ya sabemos, lo mismo ocurrió hace dos años, en 2015, en el mismo mes de marzo. Y de nuevo, tan solo hace tres días.



Breves

Viaje al Perú
Recientemente, Gabriel Horn estuvo en el Perú durante una semana, a fin de participar en la ordenación sacerdotal de Franklin Astorga, vocación surgida en San Juan del Oro (Perú), cuando Gabriel era párroco en ese lugar. El martes 9 de mayo, Gabriel ya estaba de regreso en  Diego.

Viaje al Ecuador
Javier Cárdenas dejó Diego rumbo a Ecuador el pasado 8 de mayo. Junto a otros sacerdotes SSCC que viven en América Latina, participará en un encuentro de formación permanente para sacerdotes jóvenes de la Congregación.

Visita de religiosas.
El 1 de mayo, nuestra comunidadrecibió la grata visita de tres religiosas de Copiapó. Se trató de las hermanas Verónica y Cecilia, de las Esclavas del Corazón de Jesús Argentinas, y de la hermana Julia, franciscana. Después de celebrar juntos la eucaristía, compartimos el almuerzo. 

Reunión del Clero. Como es habitual cada dos meses, el clero de Copiapó se ha reunido junto a su obispo durante los días 8 y 9 de mayo, en la casa de encuentros del santuario de la Candelaria. El tema central ha sido la preparación del trabajo diocesano en torno al sínodo de obispos sobre los jóvenes, convocado por el papa Francisco para octubre de 2018.

Fútbol dieguino. Al fin se estrenaron nuestros jugadores Javier Cárdenas y Rafael García en el campeonato de la liga local de Diego, vistiendo la camiseta de los Halcones Rojos. El marcador les fue favorable por 3 a 2 en contra del club Unión Salado. Ambos dejaron buena impresión, según los comentaristas locales, pero apostando a que pueden dar mucho más todavía.

Vicaría pastoral. El vicario pastoral de la diócesis de Copiapó, Guido Castagna, le ha pedido a Enrique Moreno que forme parte del equipo permanente de dicha vicaría. Luego de consultar a la comunidad, Enrique ha aceptado esta petición. El martes 9 de mayo ya se integró a la primera reunión del equipo.

Recordando a Álvaro. Las nuevas lluvias y sus consecuencias nos han traído a la memoria la figura de Álvaro Plaza Ramos, 16 años, joven voluntario de bomberos de Diego de Almagro, que desapareció salvando vidas en marzo de 2015. Fue arrastrado por la corriente del río Salado mientras intentaba rescatar a un damnificado. Su cuerpo no ha sido encontrado. Todo un símbolo, la compañía de bomberos de Diego lleva hoy su nombre. Su padre, Álvaro Plaza Santander no descansa buscándolo desde entonces.



Rostros


Leonel Morales tiene 52 años cumplidos. Nació en el hospital de Carabineros en Ñuñoa (Santiago), mientras su familia vivía en la comuna de Estación Central. Su padre era músico en el orfeón de la institución. Nos recibe con cariño en su casa, que comparte con su esposa Patricia López y su hija Montse. El hijo mayor, Leo, ha formado ya su propia familia. El tecito está servido y todo invita a conversar en un clima de afecto y confianza. Nos sentimos muy bien en la casa de Leo y Paty.

¿Cuál ha sido tu vida de trabajo, Leo?
He trabajado toda mi vida en montaje industrial. He recorrido Chile de Iquique a Punta Arenas, trabajando especialmente para Sigdo Koppers. Después de trabajar por la empresa para Codelco en Calama, llegué a vivir a Diego de Almagro en 1997. Hoy trabajo en una empresa contratista para la división El Salvador de Codelco, en temas de seguridad.

¿Cómo fue surgiendo tu compromiso cristiano?
Desde niño, cuando tenía unos 8 años, empecé a participar en la parroquia Santa Rosa de Lima, en la comuna Estación Central. Tuve una experiencia muy buena allí con unos sacerdotes holandeses. Participé en el movimiento de niños Moani, fui acólito y participé en el coro. Estuve en eso hasta los 14 años. Más grande, estuve un tiempo alejado de la Iglesia. Cometí errores.  Entendí que cuando uno está alejado de Jesús, siempre se equivoca. Conocí a Patricia, nos casamos y nos fuimos a Calama. Allí empecé a participar en las misas de la catedral. Canté en el coro y me interesé mucho por la música religiosa, de la que tengo una muy buena colección. Ya en Diego, empezamos poco a poco a colaborar en la parroquia. De hecho, nos casamos aquí por la Iglesia, y aquí fueron bautizados nuestros dos hijos, Leo y Montse.

Desde hace algunos años te has convertido, además, en un “hombre de radio”. ¿De dónde viene eso?
La verdad es que siempre quise ser locutor de radio, sobre todo por la música. Hace cuatro años tuve la oportunidad de hacer un programa de recuerdos musicales en una emisora local y, después, un programa vinculado a la parroquia. Por diversas razones, económicas y de cambio de programación, no se pudo seguir. Y hace un año, con la creación de radio Bahía, concesionada por un amigo, volví a la radio con un programa de música y entretención, algo simpático. Es solo unhobbie, es decir, ni pago ni me pagan. Lo hacemos juntos con Paty, mi señora.

Pero también, hace poco, has comenzado a ser parte del equipo de comunicaciones de la parroquia, participando en el programa radial de la parroquia, “Aclaró”. ¿Cómo has vivido esto?
Está siendo una muy bonita experiencia. Se necesitaba una cosa así. Especialmente para aquellas personas que están solas o no pueden salir de sus casas. Después del programa, que termina los sábados a las 11, nos vamos con Paty a la feria, que es como el mall de Diego, y ahí la gente siempre nos comenta el programa. Les gusta. Algunos se han emocionado escuchando los comentarios sobre algunos temas. Creo que es muy valioso transmitirle valores a la gente, desde la vida misma y a partir de la Palabra de Dios.

Junto a Paty participas ahora en el consejo pastoral parroquial. ¿Cómo ves la parroquia en este momento?
Estamos contentos, y esperanzados. Esta parroquia ha sido muy golpeada por diversas razones. Ha habido conflictos que han perjudicado la vida misma de la comunidad cristiana. Pero la gente está volviendo. Ya comenzó a volver con el sacerdote Enrique Balzan y el seminarista Mauricio que lo acompañaba. Más aún ahora con ustedes. La gente está contenta y agradecida. Se sienten reconocidos por la Iglesia. Esa confianza hay que cuidarla mucho

¿Querías decir algo más?
Sí… Si me permiten, me llama la atención que ustedes, que han tenido tanto recorrido antes de llegar acá, y que pudiendo estar en ciudades grandes e importantes, hayan preferido venir a este pueblo tan pequeño. Eso me impresiona. Y además otra cosa. En mi investigación sobre música religiosa, muchas veces me topé con canciones escritas por Esteban Gumucio, y encontrarme de repente con gente de su congregación, con gente que incluso vivió con él… ha sido muy impresionante. Gracias.

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