viernes, 31 de mayo de 2019

MISIÓNATACAMA
Nº 20 – 7 de enero de 2018
Editado por Comunidad Atacama SSCC – Diego de Almagro
Próxima edición: Marzo de 2018


Entre un año
y otro

Ha finalizado 2017 y ha comenzado 2018. Entre un año y otro, siempre hay algo que decir. Es lo que nos propusimos en nuestra comunidad religiosa Atacama cuando nos preguntamos “lo mejor del año” y “lo que queda pendiente”.

LO MEJOR DEL AÑO

Dice Rafael: “La experiencia de lo pequeño: la casa pequeña, la comunidad pequeña y, sobre todo, la ciudad pequeña. Las relaciones humanas en este lugar, donde todo queda tan cerca y todo el mundo se conoce, han permitido que nuestra vida religiosa sea también vecinal y ciudadana, integrados como uno más en la tarea de hacer de nuestro pueblo uno más feliz. ¡Tan distinto a cómo se vive en Santiago!”

Dice Gabriel: “El hecho de que se concretó un proyecto de la provincia; en nombre de la provincia llegamos aquí a Diego. Se confirmó que la opción por Diego de Almagro, un lugar poco apetecido, fue muy oportuna. También la acogida de la gente: nos han mostrado tanto cariño a este grupo de cuatro hermanos. Otro hecho importante fue empezar a construir la comunidad desde cero, humanamente y físicamente, peleando por tener un sitio y enseguida consiguiendo los materiales para construir la casa nosotros mismos. Además, en lo más personal, ha sido una aventura muy bonita acompañar a Inca de Oro, una comunidad pobre, muy del desierto, de mineros y pirquineros pobres”.

Dice Javier: “Coincido bastante con lo que dice Gabriel. Para mí, ha sido muy novedoso conocer el desierto y su gente; gente esforzada, muy sufrida, sobre todo por los aluviones de 2015”.

Dice Enrique: “Lo mejor del año ha sido… todo. Hemos vivido una experiencia hermosa, única quizás, por muchos motivos. Esos motivos tienen que ver con la comunidad religiosa, con la comunidad parroquial, con el propio pueblo de Diego. En realidad, la acogida recibida ha sido muy buena. Esto mismo se ha reflejado en nuestra inserción en la diócesis: hemos empatizado mucho con el clero, la vida religiosa, y los grupos laicales; hemos recibido un gran apoyo del obispo”.

LO QUE QUEDA PENDIENTE

Dice Rafael: “En mi caso (quizás por el hecho de haber estado sólo un año), creo que queda pendiente la posibilidad de proyectar el trabajo más a largo plazo. Otros ciertamente estarán para acompañar las cosas que dejo, pero me hubiera gustado pensar el trabajo (pastoral, social y educativo) para varios años más, imaginando cómo acompañar procesos más largos, sobre todo con los niños y jóvenes de Diego”.

Dice Gabriel: “Cómo hacer una inserción laboral en esta zona. Algo pude hacer con la artesanía, y a lo mejor tendré que seguir haciendo eso, pero me queda pendiente la posibilidad de trabajar como minero, tal como los trabajadores de esta zona: cómo hacer una mejor inserción laboral está pendiente”.

Dice Javier: “El tema laboral, ojalá trabajando en la mina o en algún otro lugar de la zona. También, meternos más en la pastoral de los bailes religiosos, meterse más de lleno en ese mundo”. 

Dice Enrique: “Naturalmente, en lo personal, me quedarán muchas cosas pendientes… Pero seguirán otros con los sueños que hemos ido forjando todos juntos en Diego. Podemos hacer mucho más en las comunidades de base, en los bailes religiosos, en el servicio a los migrantes, en el conocimiento y adhesión a Jesús. Seguiré esos pasos con sana nostalgia”.



Mi bicicleta
y yo

Gabriel y su bicicleta… Entre el 26 y el 31 de diciembre, Gabriel Horn recorrió en su bicicleta 500 kilómetros, yendo y volviendo entre Diego y la cordillera, subiendo y bajando. Saliendo pasó por Llanta, Montandon, Pedernales, La Ola, Maricunga, Piedra Pómez y Laguna Verde; y desde allí, el regreso. Gabriel tuvo además buenas experiencias con las personas que encontró en el camino: trabajadores, turistas y carabineros. A los 65 años de edad, no deja de ser una buena hazaña. Van enseguida algunas fotos de esos días.





Breves   


Presencia en Andacollo. Nuestros hermanos Javier Cárdenas y Álex Vigueras participaron en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo (región de Coquimbo) del 25 al 27 de diciembre. Quedaron muy impresionados por la cantidad de gente que se congrega para esta fiesta y por el fervor de los más de cien bailes religiosos presentes. Allí se encontraron con Manuel Donoso, arzobispo emérito de La Serena, y con Jorge Marín, actualmente sacerdote diocesano en La Serena.

Movimientos de verano. Diversas actividades de verano tendrán los hermanos de la comunidad Atacama 2017. Gabriel ya comenzó su período de vacaciones el 26 de eneroDespués de participar en Punta de Tralca, se reintegrará a Diego para asumir en febrero los servicios de la parroquia. Javier participará en la visita del papa Francisco a Iquique, junto a una treintena de feligreses de nuestra parroquia Espíritu Santo. Tomará sus vacaciones después de la fiesta de la Candelaria en Copiapó (2 de febrero). Enrique tomará unos días de descanso en La Macarena (El Monte) después de Punta de Tralca. Enseguida viajará el 9 de febrero a Ecuador donde estará dirigiendo un seminario de misión y el retiro anual de nuestras hermanas SSCC. Regresará a Chile el 26 de febrero. Rafael está dejando Diego de Almagro este 7 de enero. Participará en las colonias urbanas en la región de Valparaíso y tomará vacaciones después de Punta de Tralca. Por su parte, Álex se integrará oficialmente a la comunidad de Diego en torno al 15 de febrero.

Escuela de Verano 2018. Entre los días 2 a 5 de enero, se realizó en Copiapó la Escuela de Verano de 2018, dedicada a reflexionar sobre el magisterio del papa Francisco. Nuestro hermano Enrique Moreno colaboró con la presentación de dos temas: La cultura del encuentro y Una mirada evangélica a nuestros hermanos migrantes.


Fallecimiento en España.  El 2 de enero falleció en Gerona (España) el sacerdote Miguel Jordá, de larga trayectoria en la Iglesia de nuestro país, adonde llegó en 1960. Entre sus muchos servicios, fue administrador apostólico de la parroquia Espíritu Santo de Diego de Almagro, entre el 5 de agosto de 1993 y el 1 de marzo de 1994. Al fallecer, Miguel Jordá tenía 83 años de edad.

Enrique Moreno en SPSP. Enrique acaba de estar en Santiago para tener un primer contacto con la parroquia San Pedro y San Pablo (SPSP), donde asumirá este año como nuevo párroco, reemplazando al actual provincial René Cabezón. Ayer sábado 6 de enero, Enrique participó en la primera reunión del año del consejo pastoral parroquial ampliado, donde se evaluó lo vivido en 2017. Aún está por confirmarse la fecha de su asunción oficial como párroco.

Asunción de párroco en Diego. Definitivamente, el sábado 3 de marzo de 2018, a las 19 horas, Álex Vigueras asumirá como párroco en la parroquia Espíritu Santo de Diego de Almagro. Lo hará durante la eucaristía presidida por el obispo diocesano Celestino Aós.

Baby-Shower para Meliane. Más de 20 mujeres de la comunidad parroquial de Diego de Almagro, ofrecieron un “baby-shower” a Meliane Ulysse, inmigrante haitiana, cuando ella está a pocas semanas del nacimiento de su hijo. El niño se llamará Shinaider y, de acuerdo con las actuales normas en nuestro país, será chileno por el solo hecho de nacer en territorio chileno. Este hecho facilitará de inmediato la regularización de la situación migratoria de su mamá.


Visita de Atilio. Desde el viernes 5 de enero, está con nosotros nuestro hermano profeso Atilio Pizarro. Viene subiendo de Vallenar, al sur de la región, en donde estuvo unos días con su familia. Aquí, junto a Javier y Rafa, se han dedicado a pasear y conocer personas de la comunidad. ¡Gracias por tu visita, Atilio!


Receso. Reiteramos que nuestro equipo de comunicaciones estará en receso durante los meses de verano de enero y febrero de 2018. De esta manera, la próxima edición de nuestro blog MISIÓN ATACAMA será en marzo de 2018. De la misma manera ocurrirá con el programa radial ACLARÓ.  


Rostros

Este rostro de Álvaro Plaza Ramos no es visible desde el 25 de marzo de 2015. Desapareció de la vista de Diego de Almagro aquel día fatídico del aluvión que azotó a nuestra ciudad. Álvaro tenía 16 años de edad. Era bombero. A aquella hora trabajaba heroicamente por rescatar personas atrapadas por un río desbordado. Pero sus ojos “achinados” y su sonrisa adolescente no desparecerán jamás de quienes lo amarán por siempre. Conversamos con su madre Juvissa Ramos. Nos acompañó también su abuelo Juan.

¿Cómo fue que quiso ser bombero?
En 2013, él me dijo, “mami, yo quiero ser bombero”. Bueno, y si te pasa algo, le dije yo. “No, si ahí nos cuidan”, me contestó. Ingresó a la institución cuando tenía 14 años, porque tenía 16 cuando ocurrió el accidente. Yo le di permiso porque pensé, más vale que esté ahí y que no ande en malos pasos. Al poco tiempo, la bomba nos pidió permiso para que Alvarito pudiera participar en emergencias, aunque dijeron que si le pasaba algo la responsabilidad sería de los padres. Igual me costaba, pero él me insistía, “ya, pues mamá… ya pues”.

¿Dónde estuvo Álvaro en esas horas del aluvión?
El 24 de marzo, en la noche, estuvo con los bomberos en el puente que da a la villa 4 de Octubre, porque algo presentían de lo que iba a pasar. Se vino a la casa y le dije que se pusiera pijama y se acostara, pero no quiso. A las 6 de la mañana salió de nuevo, después de un trueno grande que hubo. Por lo que cuentan, a él le tocó activar la sirena, poco antes de las 7. Como a las 7:40, más o menos, yo lo llamé diciéndole que mi hermana se estaba inundando; “ya, me dijo él, veré lo que hago”. Hasta ese momento, yo estaba tranquila porque había hablado con él. Mi papá fue el último que lo vio.

(Dice el Abuelo, Juan Ramos) Yo lo vi por última vez, en la calle Juan Martínez esquina de Diego de Almagro. El carro estaba recogiendo gente en ese sector. Fui a ver a una hija y entré a su casa acompañado de un bombero, y en ese momento llegó de sopetón el agua destruyendo todo. Cuando conseguí salir, ahí estaba el Negrito, mi nieto Álvaro, y solo le dije: “Cuídate, mi Negro”.

¿A qué hora fue este accidente?
No sabemos la hora exacta del accidente. El lugar fue al frente de donde está ahora ese memorial que se le hizo a Alvarito. Había una casa de piedra ahí y estaban tratando de pasar a unos niñitos para ponerlos a salvo, porque el agua estaba arrastrando el carro. Lo que pasó es que el conductor, que debía llevar a los niños al albergue, se salió de su protocolo de rescate porque recibió un llamado de su familia; y allí el agua desvió el carro, lo devolvió. Ahí fue cuando ocurrió la tragedia.

¿Qué fue lo que ocurrió entonces?
Cuentan que, en un momento, Álvaro estaba en la parte de atrás del carro con el niño en sus brazos, y le dicen que mejor lleve el niño a la cabina; así lo hace, y justo cuando lo entrega, Álvaro cae de bruces al agua. Cae como si algo lo hubiera tocado, quizás un golpe de corriente, según se dice. Cae al agua y desaparece. Hay un video de 8 minutos que muestra que él cae sin vida, porque el cuerpo reaparece flotando unas dos o tres veces, hace como un semicírculo y nunca se ve un intento suyo de manotear para salir del agua. Por lo que vemos en el video, el cuerpo flota por sí solo, por efecto del agua, pero no porque él esté tratando de salir. Aparece el cuerpo inerte. Da la impresión de que cae ya fallecido…

¿Tenía Álvaro alguna enfermedad que pudiese haberlo perjudicado?
El niño había tenido hace unos años una epilepsia, y algunos piensan que podía haber pasado algo por eso. Pero esa epilepsia estaba tratada ya. La última crisis la tuvo en 2010-2011, entonces no pudo haber sido eso. Un prefecto de la PDI de Chañaral fue quien nos dijo aquello de que podría haber sido un golpe de corriente, desde el mismo vehículo. Quizás eso se compruebe cuando lo encontremos…

¿Cuándo supieron ustedes de la desaparición de Álvaro?
Nosotros supimos el mismo día de su desaparición, pero la hora no la sé.

(Dice el Abuelo, Juan Ramos) Cuando pedimos ayuda para intentar hacer algo, me dicen, “no se puede hacer nada”. Traté de meterme con otro niño, pero el barro no nos dejaba avanzar, uno se hundía en el barro. La idea nuestra es que el niño debe estar por aquí, que no siguió hacia El Salado, que debe haber quedado atascado por acá entre tanto obstáculo, porque él cayó allá arriba. Distinto es el caso de un niño Sebastián, que cayó cerca del estadio y su cuerpo fallecido fue arrastrado y lo encontraron después camino a El Salado. El caso de Álvaro fue distinto.

¿Cómo andaba vestido Álvaro?
El niño andaba con botas, con pantalón y polera de bombero, pero sin casco; pero nunca hemos encontrado ni un rastro de su ropa. Pero aquí hay muchas cosas que no se han aclarado. Fíjese: cuando llegó el ejército a mover tierra, ellos no sabían que había un bombero desaparecido; por lo tanto, arrasaron con todo el barro sin saber que podía haber allí una persona.

(Dice el Abuelo, Juan Ramos) El Estado nos pasó máquinas, es verdad. Pero hay gente más especializada que nos dice que no se hizo un trabajo de rescate correcto, que pudo haberse hecho algo con mayor tecnología. Una búsqueda satelital que se hizo señaló 12 puntos, pero nada resultó. El cuerpo podría haber sido destrozado, pero hay una parte que no se destruye tan fácilmente: el cráneo. Nosotros pensamos que el niño está aquí. Han faltado recursos, a pesar de que se juntó alguna plata. Hoy por hoy, en concreto, no se está haciendo nada. Pero no perdemos la esperanza de encontrarlo. Por ejemplo, para el aluvión que hubo este año 2017, en mayo, nosotros salimos a rastrear al niño, porque pudo haberse movido la tierra y dejar algo al descubierto.

¿Qué opina la gente?
Hay muchos mitos… que la gente habla: que vi tal cosa por tal lado, que me soñé con tu hijo que estaba en tal parte… Hubo también muchas mentiras: que vieron al Álvaro en tan lugar, con tal gente, que tuvieron contacto con él.

¿Cómo ocurrió esto de ponerle el nombre de Álvaro al cuerpo de bomberos de Diego?
El superintendente de bomberos que había antes, Daniel González, dejó todo arreglado para que la bomba llevara el nombre de “Álvaro Plaza Ramos”; quedó amarrado todo eso. Hoy día, todos los carros llevan el nombre de Álvaro. Daniel González se portó muy bien con nosotros, pero no las autoridades que están ahora; pareciera que ya no hay interés por buscarlo.

¿Y el memorial que se levantó en el pueblo?
El memorial fue iniciativa de la municipalidad y nosotros hemos ido poniendo cositas allí, como familia. La gente ha ido dejando también otras cosas.

¿Cómo era Álvaro?
Era rezongón. Una lo mandaba a cualquier cosa y él reclamaba, “¿por qué yo?” Andaba con la rebeldía de los adolescentes. Y me extrañó que quisiera meterse a los bomberos donde hay tanta disciplina. Pero parece que allá era muy valorado, porque lo nombraron director de brigadieres. En marzo de 2015, Alvarito estaba recién comenzando el cuarto medio en el liceo. No era un gran alumno. Siempre pasaba a la rastra… En el colegio era muy tranquilo, lo único malo era que llegaba atrasado. Era querido por sus compañeros. Un año lo sacaron de mejor compañero. Le gustaba la patineta, y también la guitarra, le gustaba tocar rock. Aprendió solo ahí en su pieza. Era empeñoso en eso. A veces era alegre, a veces pasaba callado. Era cariñoso, aunque un poco “brutito” también. Tenía su sueño de entrar a la Aviación, en Antofagasta.

¿Lo recuerdan mucho?
Todos los días nos acordamos de él. Sin embargo, ahora no se puede salir todos los días a buscarlo. Para nosotros es como un niño que está estudiando en otro lado, viviendo en otra parte. Mientras nos acordemos de él, siempre estará vivo para nosotros. Jamás me voy a olvidar de él, si es mi hijo…


(Dice el Abuelo, Juan Ramos). Que el nombre del Negrito siga vivo. Eso es importante.

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