MISION ATACAMA
Nº 3 – 16 de abril de 2017
Editado por Comunidad Atacama SSCC – Diego de Almagro
Aparece cada 15 días. Próxima edición: 30 de abril de 2017
Vaya un abrazo pascual a cada uno de ustedes en esta fiesta de la Resurrección del Señor. ¿Será posible “nacer de nuevo”, tal como nos invita la liturgia de estos días? Con ustedes queremos creer que es posible “reinventarnos” como cristianos, como seguidores fieles de Jesús. Él nos enseñó a “amar hasta el extremo”. ¿Cómo intentarlo desde cada lugar y desde cada situación en que vivimos? Con este anhelo, los invitamos a recorrer el Nº 3 de nuestro blog.
Semana Santa en Diego
Acabamos de vivir en nuestra Iglesia de Atacama una intensaSemana Santa. Quizás estemos un poco cansados, pero estamos felices de esta experiencia de fe que nos ha permitido entrar más y más en nuestra comunidad cristiana de Diego de Almagro e Inca de Oro. Son varios los hechos que han marcado el trayecto de estos días.
El jueves 6 de abril, todos los sacerdotes de nuestro valle norte (El Salvador, Diego de Almagro, Chañaral) nos reunimos en Diego para celebrar con nuestro pueblo una liturgia comunitaria de la reconciliación, ofreciendo la posibilidad de la confesión individual. Esto mismo lo repetimos posteriormente, y de la misma manera, en El Salvador (10 de abril) y en Chañaral (11 de abril). A través de esta experiencia de solidaridad sacerdotal, pudimos ofrecer a nuestras comunidades un consolador servicio sacramental.
El domingo de Ramos, 9 de abril, lo celebramos por las calles de la ciudad de Diego de Almagro desde la 10 de la mañana. Bendijimos los ramos frente al gimnasio polideportivo y caminamos enseguida una distancia de un kilómetro y medio hacia la sede parroquial. Allí continuamos la celebración de la eucaristía con la solemne lectura de la pasión, dentro de un templo copado en su capacidad de doscientas cincuenta personas sentadas.
El Jueves Santo, 13 de abril, celebramos la eucaristía de la Cena del Señor. Esta vez, las bancas del templo se pusieron frente a frente y, en medio, se ubicó una larga mesa, desde donde se celebró la liturgia eucarística que recordaba aquel encuentro tan memorable de Jesús con los suyos. Continuó con la adoración eucarística en un lugar aparte, especialmente preparado, hasta la medianoche.
El Sábado Santo, 15 de abril, por la mañana, se ofreció un retiro para los jóvenes animado por nuestro hermano Rafael. A las 9 de la noche, dimos comienzo a la vigilia pascual, con nuestro templo nuevamente repleto de fieles que expresaban su alegría de celebrar juntos al Señor resucitado. Todo concluyó con una festiva “chocolatada” en el patio de la sede parroquial.
Debemos reconocer que hemos quedado impresionados por el alto nivel de organización y de participación de los miembros de nuestra parroquia. Nos hemos encontrado aquí con una comunidad muy autónoma, muy emprendedora en sus iniciativas y muy disponible para el servicio. Como dijo uno de nosotros: “Aquí, todo lo ha hecho la gente y lo ha hecho todo muy bien”. Hemos dado gracias a Dios por todo eso.
También en Inca de Oro

¡Aclaró!
Durante esta semana, nuestro programa Aclaró tuvo una emisión especial el viernes santo: se transmitió en directo el vía crucis que recorrió un sector de la ciudad. La transmisión estuvo especialmente dedicada a las personas que, por edad, enfermedad u ocupación, se vieron impedidas de acompañarnos por las calles. Quienes quieran sintonizarnos, desde cualquier punto de Chile o del mundo, pueden hacerlo a través de la dirección de Internetwww.radiobahiadda.club
Un poco de historia

La existencia de este sitio con su nombre parece ser antigua. Según refiere un mapa de 1775, “se aprecia la existencia de un lugar geográfico denominado Pueblo Hundido, ligeramente ubicado al norte del río Chañaral”. Se sigue discutiendo el origen exacto de dicho nombre. Dicen algunos que se debe simplemente a su situación geográfica, especialmente apreciada si se llega desde el sur, desde Inca de Oro, donde efectivamente Diego de Almagro aparece en una especie de hoyo formado por cerros circundantes. Pero otras opiniones sospechan que el nombre pudo deberse a una catástrofe naturalque hundió un asentamiento existente en el lugar.
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Estación Pueblo Hundido, parada del Ferrocarril Potrerillos |
Asomándonos
a uno que otro trabajito…
Escribe: Rafael
Cuando se decidió que la Congregación fundaría una nueva comunidad en la diócesis de Copiapó, los hermanos estaban pensando en un "modo de estar" distinto al que estábamos acostumbrados en las otras zonas de la provincia. Y, entre esos anhelos que se fueron concretando, apareció con mucha fuerza la idea de que esta nueva comunidad fuera capaz de ir más allá de las tareas propiamente eclesiales o parroquiales, abriéndose a explorar el mundo del trabajo.
Esto, por dos razones: primero (una más práctica), para que los hermanos pudieran vivir de su propio trabajo, sosteniendo nuestro hogar a partir de nuestro propio esfuerzo; y segundo (la razón más fuerte), para hacernos verdaderamente hermanos de las personas, asumiendo con ellas algo tan básico y elemental como lo es el trabajo, entendido como sustento de la vida y realización humana. Es por eso que soñamos con poder ser una comunidad de hermanos trabajadores, obreros, miembros anónimos del gran grupo que se levanta cada día a laborar.
Todavía estamos llegando a Diego, es verdad. Y, por eso, nuestra inserción ha sido paulatina y, sobre todo, a partir de las posibilidades que nos ha ofrecido el trabajo parroquial. Sin embargo, eso no nos ha impedido que nos comencemos a asomar a uno que otro trabajito. En mi caso –les cuento– he podido tener ya dos experiencias, una más permanente y la otra más puntual.

Le pido a Dios que estos pequeños trabajitos no queden como meras “experiencias anecdóticas”. Ojalá que nos ayuden a configurarnos cada vez más claramente al modo de Jesús, quien, durante 30 años de su vida, se “hizo pueblo” desde el anonimato y el trabajo en Nazaret. ¡Amén!
Breves
Bicicletada. El viernes 1 de abril, Gabriel y Javier tomaron sus bicicletas después del desayuno y se fueron a Inca de Oro: 50 kilómetros de recorrido. Lo más serio es que el trayecto de Diego a Inca es todo en subida. Se demoraron en ir 4 horas y media. “Llegamos muertos” –dijeron. El regreso, en bajada, fue naturalmente más grato: demoraron solo 2 horas y media.
Cuenta pública. El jueves 6 de abril tuvo lugar la cuenta pública de la gestión municipal 2016, entregada por el alcalde de Diego de Almagro, Isaías Zavala. Dicha gestión estuvo centrada especialmente en la reconstrucción de la ciudad, a partir de los daños causados por el aluvión de marzo de 2015. Enrique asistió a esta actividad representando a la parroquia.
Se viene el Censo. Los cuatro miembros de la comunidad ya hemos sido debidamente capacitados para trabajar como censistas el próximo miércoles 19 de abril. Se trata de un censo abreviado, de tan solo 21 preguntas, que tiene como objetivo recabar información del tipo de vivienda y de las personas que la habitan. Ayer sábado 15, Rafael, Javier y Enrique recibieron con sorpresa la notificación de que estaban destinados a la delegación municipal de El Salvador, y Gabriel a la ciudad misma de Diego de Almagro. Mañana lunes 17 se tratará de clarificar esta situación.

Viajeros. Gabriel Horn viajará al Perú en los primeros días de mayo. Su objetivo es participar en la ordenación sacerdotal de Franklin Astorga, hermano peruano originario de la parroquia de San Juan del Oro, donde Gabriel sirvió durante tantos años. También a comienzos de mayo, Javier Cárdenas viajará al Ecuador para participar en un encuentro de sacerdotes jóvenes de la Congregación en América Latina que durará 10 días.
Rostros
Javiera constituye un caso muy especial en Diego de Almagro. Poco común. Es una joven de 26 años, nacida y criada en familia dieguina, que salió a estudiar Trabajo Social en La Serena, y que ha vuelto como profesional a trabajar en su misma ciudad. Poco común. Porque la mayoría de nuestros jóvenes dieguinos que llegan a ser profesionales, forzosamente emigran buscando una fuente laboral. Pero, también, Javiera Fuentes es una activa agente pastoral de nuestra parroquia Espíritu Santo. Además, posee una hermosa voz para cantar.
¿Por qué se te ocurrió estudiar Trabajo Social?
Siempre quise hacer algo por la gente y con la gente. Ayudar a las personas a ser más personas, de alguna manera, y me pareció que esta carrera me podía preparar para cumplir con ese objetivo en la vida. Y creo que está siendo así. Además, la persona y el mensaje de Jesús, que conocí en la catequesis de la parroquia se me conectó directamente con esta carrera.
¿Te fue difícil estar fuera y estudiar mucho para salir adelante?
Hubo momentos difíciles, sobre todo después del aluvión de marzo de 2015. Lo perdimos todo. Pero me dije y me dijeron, “tú puedes”, “lo lograrás”, “lo vas a conseguir”; y así fue. El apoyo familiar fue fundamental. El apoyo emocional, sobre todo, es tan importante.
¿Dónde estás trabajando ahora?
En la escuela básica Aliro Lamas, de Diego de Almagro. Estoy muy vinculada con los alumnos, colaborando por conseguir una buena calidad de convivencia escolar y un buen apoyo para los niños de parte de sus familias. Por propia experiencia, sé que lo mejor que una familia puede dar a sus hijos es una buena educación. Integrada en un equipo multidisciplinario, puedo ayudar a los niños; por ejemplo, en que haya menos bullying, que no tecnologicen excesivamente sus vidas, que sean buenos compañeros, y que acojan la diversidad como una riqueza. En nuestra escuela hay niños inmigrantes, de Perú, Bolivia, Colombia, República Dominicana, y felizmente se ha ido logrando una muy buena integración entre todos.
¿Por qué volviste a trabajar a Diego de Almagro?
Porque tengo una deuda con Diego… Yo crecí aquí, aquí estudié y me formé como persona, en mi familia, en la escuela y el liceo, en mi parroquia… Le debo mucho a mi comuna y he asumido como un deber devolverle algo de lo que yo recibí.
Has vuelto también a tu parroquia…
Sí, y estoy muy contenta. Aquí me preparé para la primera comunión, para la confirmación; aquí me fui haciendo una joven cristiana. Aquí empecé a cantar en el coro. Estoy muy agradecida de los que me ayudaron a formarme. Al volver, ha sido una bendición para mí reencontrarme con el coro y ser invitada a integrarme como animadora de la pastoral juvenil. Es decir, estoy haciendo precisamente lo que más me gusta. Me gusta cantar, me gusta trabajar con los jóvenes.
Entonces ¿también estás pagando una deuda con tu parroquia?
Sí, también, por supuesto. Amo lo que hago y cuando uno hace las cosas con pasión, disfruta, y las hace bien.
Y esto se nota en Javiera. Sobre todo, cuando se encuentra con los niños y jóvenes y expresa hacia ellos esa sensibilidad que –según ella– a veces la vuelve “demasiado compasiva”. Pero sabe, está convencida, de que la comprensión y la compasión van de la mano con una exigencia personal sana y afectuosa que ella misma ha experimentado en su propia vida.
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